Chile tiene una alta cobertura de Internet, donde se destaca un importante incremento de las redes de alta velocidad, las cuales son demandadas cada vez más por los usuarios del país. En mayo de este año, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), anunció el Plan Brecha Digital Cero, que se enfocará en entregar acceso a conectividad para todos los habitantes del país, sin importar donde se encuentren, que incluye un proyecto de ley que busca incluir al Internet como un servicio público. Por lo mismo, necesitamos analizar el nivel de desagregación geográfica de la conectividad, sobre todo su uso en las zonas más aisladas. En ese sentido, el plan de la Subtel también comprende un eje de infraestructura digital, donde agrupa proyectos como el Fibra Óptica Nacional en la Zona Austral y Tarapacá; la Última Milla, que le dará conexión a los lugares más aislados; y el despliegue del 5G.
Pero a pesar del crecimiento digital en el país, aún necesitamos solucionar problemas de conectividad, con especial urgencia en las zonas aisladas. Este trabajo solo es posible con un esfuerzo en simultáneo de instituciones públicas y privadas, impulsando capacitaciones en alfabetización digital y uso de aplicaciones tecnológicas para el resto del país, con énfasis en las comunas más apartadas, como el proyecto que estamos impulsando desde Fundación País Digital llamado Conectando Territorios, que busca precisamente acortar la brecha digital, acercando a las personas por medio de las herramientas tecnológicas.
Para tener buenos resultados, es crucial realizarlo en conjunto con la comunidad, el gobierno local y, por qué no, con la ayuda de las empresas que tienen instalaciones en la zona, así como fundaciones u organizaciones enfocadas en la digitalización. Esta participación colaborativa permite conocer mejor las necesidades del territorio a través de sus mismos habitantes para tomar mejores decisiones respecto a lo que está sucediendo en el sector. Las juntas de vecinos, clubes de adulto mayor, bomberos, cooperativas y gremios locales son actores fundamentales. Lo anterior une a los ciudadanos y genera mayor compromiso para velar por el bienestar común. Para las compañías, es una oportunidad para participar con la comunidad, mientras la municipalidad se encarga de gestionar el vínculo entre todas las partes. Por su lado, las ONGs se preocupan de identificar necesidades y coordinar con distintos incumbentes, además de entregar habilidades y competencias digitales a las personas, fortaleciendo el empoderamiento y economía local.
La digitalización cumple un rol fundamental en la sociedad actual, es aquí la importancia del desarrollo de las competencias digitales que faciliten aprendizaje, comprensión, pensamiento crítico, comunicación y por supuesto, el acceso a la información y trámites en línea disponibles, por ejemplo, para solicitar documentos en el Registro Civil con la Clave Única. Sin este conocimiento previo, el beneficio de la digitalización no logra cubrir todas las necesidades existentes y con el trabajo en conjunto, los esfuerzos rendirán mejores frutos. El gran desafío ahora es poder entregar conectividad, tecnología y conocimiento disminuyendo la brecha digital en el acceso a Internet, mejorando habilidades en los habitantes para mejorar educación, empleos y economía local.
Fuente:
Marco Terán. El Mostrador. 12 junio de 2022.